Todos tenemos un corazoncito en el que alberga muchas personas, momentos, lugares... es fantástico pensar en la gran capacidad que tiene nuestro corazón.
Pensé que reflexionar sobre ello sería una estupenda actividad para darse a conocer en el grupo y poder conocer más a fondo a cada uno de ellos. Y así fue, pedí a mis alumnos que pensaran en ello.
En primer lugar, salimos del aula para irnos al "Rincón de los cuentos" que hay en nuestra misma planta, allí trabajamos la expresión oral contando, cada uno de ello, cosas de interés sobre sí mismo. A raiz de esto pregunté a cada uno por su color favorito y el por qué, y he de reconocer que una de las respuestas me llamó mucho la atención: uno de los alumnos me dijo que era el "dorado" porque cree que es muy valioso. Sorprendida y contenta por esa respuesta decidí en esos momentos que todos serían "mis doraditos" porque todos valen mucho.
Ampliando la actividad, les pedí que dibujara cada uno un corazón. Lo colorearon de muchos colores, cada uno a su gusto, eso sí, solo les pedí que asociaran cada color con una persona querida, lugar, momentos, ocio.... pues a través de los colores definirían todo lo que alberga su corazón, terminando con un texto elaborado por ellos mismos definiendo sus corazones.
Este es el resultado de los corazones.
"Solo se ve bien con el corazón
lo esencial es invisible a los ojos"
(El Principito)
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